Colchón cuna Ecus kid Ecuscare antiplagiocefalia transpirable

Colchón cuna Ecus kid Ecuscare antiplagiocefalia transpirable

Tecnología y diseño
Base + Topper. El topper incorpora un diseño de “micro colchones” que mejora la circulación
interna del aire, multiplica los puntos de apoyo y distribuye la presión, previniendo la
plagiocefalia (o ayudando a corregir si ya está diagnosticada). La base de espuma Oxígena HR
ofrece el soporte firme y estable para un sueño seguro.
Prevención asfixia: la estructura del núcleo del topper y los canales de aireación favorecen la
circulación de oxígeno constante y la disipación de CO₂.

Prevención sobrecalentamiento: Los canales de ventilación del topper, la espuma Oxígena
HR (microporo) trabajan junto al tejido 3D aireado de la funda para generar un flujo continuo
de aire vertical y lateral. Este flujo disipa el exceso de calor evitando picos de temperatura
durante el sueño.
Prevención de la plagiocefalia: reducción de presión (−70%) en la cabeza del bebé (topper).
Multifunción
Topper multifunción: puede usarse por separado como colchón de viaje (incluye una bolsa
de transporte) o para co-sleeping (colecho) sobre la cama de los padres. (Este diseño bipieza
es común a Care® y Care® Ultimate.)
Desenfundable 360º: cremallera perimetral que permite separar la base del topper.
Certificados e sellos de calidad
Registro Producto Sanitario (Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios) y
marcado CE: reconocido para la prevención de la plagiocefalia y la SMSL (asfixia y
sobrecalentamiento).
OEKO-TEX® Standard 100 Clase I y Certipur®: materiales libres de sustancias nocivas, 100%
seguros.
Textiles hipoalergénicos con tratamiento Sanitized®
Mantenimiento y dimensiones
Funda y espuma topper lavables (programa delicado máx. 30 °C, sin suavizante ni secadora).
Uso: desde nacimiento.
Altura aprox.: 12 cm.
Medidas: 117×57, 120×60, 140×70 cm.
¿Qué significa que sea un producto sanitario?
Un producto sanitario es algo que se usa para cuidar la salud, no es un medicamento, pero ayuda a
prevenir o tratar ciertos problemas (por ejemplo, un colchón que evita una deformación o reduce un
riesgo).
En España, estos productos están controlados por la AEMPS (Agencia Española del Medicamento y
Productos Sanitarios) y siguen unas normas claras (Real Decreto 1591/2009). Vamos, que no vale con
decir “funciona”: hay que demostrarlo.
Para que un producto sea sanitario, el fabricante tiene que presentar estudios y pruebas que avalen sus
beneficios y su forma de fabricación. Si todo está correcto, obtiene la licencia y el producto puede llevar
el marcado CE. Eso significa: cumple y es seguro para el uso indicado.