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Las estadísticas demuestran que viajar de espaldas a la marcha es cinco veces más seguro que ir mirando hacia delante. Aquellos países que han adoptado esta importante medida (Países Escandinavos) tienen los índices más bajos de mortalidad infantil en carretera de todo el mundo.

Para entender el porqué de afirmación, tres factores deben ser tenidos en cuenta:

1.- Tipo de impacto: Estadísticamente hablando, los impactos más graves son los frontales y frontolaterales. Por este motivo, los sistemas de seguridad se desarrollan para garantizar su eficacia sobre todo en ese tipo de colisiones.

2.- La energía generada en un impacto: 1 kg de peso a 50 kms/h, en caso de frenazo brusco se convierte en 32.

3.- Las características del cuerpo sometido al impacto: Para proteger a un niño, debemos conocer cuáles son sus partes más vulnerables. Los papás no siempre somos conscientes de las diferencias morfológicas existentes entre nosotros y nuestros hijos. Fijémonos en el dibujo que viene a continuación:


En esta ilustración se puede apreciar como la cabeza del adulto únicamente representa el 6% del cuerpo, mientras que en un niño inferior a dos años ésta proporción es del 20%, Por otro lado, el cuello del pequeño es muy corto y la zona pectoral y abdominal excesivamente grande en comparación con el adulto. Si queremos conseguir una protección eficaz, nuestra silla de auto deberá salvaguardar de manera exquisita las partes más frágiles de nuestro hijo: cabeza, el cuello y órganos internos.

Teniendo en cuenta que a 50 kms/h la cabeza de un bebé de 6 meses (2 kgs aprox.) aumenta su peso hasta los 60 kgs (aprox.) en una silla colocada de cara a la marcha en la que el niño está sujetado con un arnés que bloquea sus hombros, la cabeza es lanzada con una fuerza que el cuello incapaz de soportar, causando por ello lesiones de extrema gravedad o incluso la muerte del menor.

Con una silla instalada a contramarcha esto no ocurre, pues la cabeza, el cuello y la espalda están alineados sobre el respaldo y la fuerza del impacto es absorbida por la propia silla salvaguardando al máximo las zonas más vulnerables del niño y reduciendo considerablemente la presión sobre su tórax y abdomen.

¿Durante cuánto tiempo debe viajar el niño de espaldas a la marcha?

Siendo una silla de espaldas un 500% más segura que una silla de frente con arnés, la respuesta a esta pregunta es bastante obvia: El mayor tiempo posible.

Cualquier niño debería viajar de espaldas a la marcha como mínimo hasta 2 años de edad y si es posible, se recomienda fervientemente llevarles de espaldas hasta los 4 o incluso hasta los 7 años si es posible. El 95% de los papás españoles creen que su niño debe ir en una silla de espaldas sólo hasta los 9 kgs. (6 u 8 meses aprox.) Esta presunción, además de errónea, puede tener (y tiene) consecuencias desastrosas.

El primer país que adoptó esta medida fue Suecia. Allí los niños llevan viajando de espaldas más de 40 años. De hecho, los papás de hoy ya vivieron la experiencia de viajar de espaldas a la marcha cuando ellos eran bebés. Tomad nota del siguiente dato:

Entre 1992 y 1997 solamente 9 niños que viajaban en sillas de espaldas a la marcha fallecieron en accidente de tráfico. Todos ellos se vieron envueltos en accidentes con consecuencias catastróficas por aplastamiento o intrusión. Al contrario de lo que sucede en Suecia, en nuestro país se producen accidentes con consecuencias de poca gravedad para los adultos y que resultan tremendamente graves o incluso mortales para los más pequeños.

Muchos estaréis pensando que en España no tenemos sillas nos permitan llevar al niño de espaldas hasta los dos años y menos aún hasta los cuatro. Esto no es cierto en absoluto y en el apartado de “MODELOS DE SILLAS” encontrareis todos los modelos que se comercializan en nuestro país y que os permitirán viajar con vuestros hijos de la manera más segura.

….cuando el niño va de espaldas se aburre?

Cuando el niño va de espaldas a la marcha la visión que tiene delante es la del respaldo del asiento en el que va sentado. Cuando el niño va de frente a la marcha la visión que tiene delante es la del respaldo del asiento delantero. Estamos pues ante una perspectiva bastante parecida. Los factores de distracción del niño pueden venir dados por la visión desde las ventanillas laterales. El Grupo 0+ apenas permite al niño la visibilidad del paisaje, algo que no sucede en sillas más grandes pues la altura permite la visión a través de la ventanilla lateral.

….cuando el niño va de espaldas se marea?

Las causas por las que un niño se marea pueden ser diversas; desde una ingesta excesiva o una mala digestión, hasta un golpe de calor o un problema de reflujo gastroesofágico. Nada de esto se debe a que el niño viaje de espaldas a la marcha, ya que el pequeño está acostumbrado ir en esa posición. Somos nosotros quienes, acostumbrados a ir mirando hacia adelante, nos mareamos.

…cuando el niño va de espaldas protestará?

Dejaríamos que nuestro hijo metiera los dedos en un enchufe para que no llore? Tanto el llanto como la risa de un niño forman parte de su limitado lenguaje y por tanto es algo que realizan con frecuencia. Nuestra labor como adultos es saber interpretar cuándo ese llanto debe ser atendido y cuando debe ser controlado. En ningún caso la solución es ponerle de frente a la marcha; sin embargo es uno de los principales motivos por el que los papás decidimos hacerlo.

… que si las piernas van flexionadas contra el asiento se romperán?

En cuanto el pequeño toca el asiento con los pies, los padres corremos a comprar la siguiente silla para darle la vuelta y “evitar que las piernas se rompan”. Además de ser falso, este razonamiento le otorga más importancia a sus piernas que al cuello, pues para evitar que éstas “puedan lesionarse” (algo que llegado el caso sería perfectamente reparable), exponemos su cuello a una lesión mucho más importante (e irreversible, cuando no mortal).

Si el niño viaja a contra-marcha, ante un impacto frontal, la energía generada flexiona sus piernas hacia el pecho. No hay constancia de lesión grave o rotura de piernas por haber viajado de esta manera; en cambio, las estadísticas a nivel mundial sobre discapacidad irreversible y mortalidad de los más pequeños por haber circulado de frente son desoladoras.

….en impactos traseros estas sillas son muy peligrosas?

Ante el razonamiento de que en impacto frontal lo más seguro es que el niño esté posicionado de espaldas a la marcha, hay papás que se plantean que ocurriría si en lugar de ser frontal, el impacto fuera trasero.

Para entender la respuesta a esta cuestión hay que tener en cuenta dos factores

1.- La aceleración del cuerpo

2.- La velocidad del impacto.

1.- LA ACELERACIÓN DEL CUERPO

Cuando un impacto frontal se ha producido, el coche llevaba una velocidad “X” antes de chocar y los ocupantes viajaban exactamente a esa misma velocidad. Ante un frenazo brusco o impacto los pasajeros sufren una aceleración de su cuerpo que tendrá que ser retenida por un sistema de seguridad. Los Newtons de fuerza que se producen en el breve espacio de tiempo que existe entre la aceleración brusca y la retención brusca son ineludibles y se calcula a grosso modo multiplicando el Peso del cuerpo por la Velocidad que llevaba el vehículo antes de impactar. De manera que 2 Kg de peso a 50 Kms/h en un impacto frontal seco se convertirían en (2×50=100 Newtons de fuerza). No podemos luchar contra la inercia, solo paliar sus efectos y cuando los pasajeros van de frente a la marcha, las lesiones derivadas de la inercia son muy superiores en número y gravedad que cuando el pasajero va de espaldas, ya que de frente todo el daño se lo lleva el cuerpo y de espaldas el 80 o 90% del daño lo absorbe el sistema de retención.

Los impactos traseros normalmente se producen cuando el vehículo está parado y los pasajeros que van dentro también, esto hace que las consecuencias de la inercia sean muchísimo más leves.

2.- LA VELOCIDAD DEL IMPACTO

Mientras que los impactos frontales se pueden producir a diferentes velocidades, (y un coche puede pasar de 50km/h a 0 en cuestión de centésimas de segundo), la probabilidad de que un impacto trasero se produzca a alta velocidad es baja pues normalmente este tipo de choques suele darse en ciudad, no obstante, en el supuesto de que un coche golpee por detrás a otro a una velocidad de 50km/h, el vehículo golpeado no pasará de 0 a 50km/h en cuestión de centésimas de segundo. Esa es la gran diferencia.